Ex-alumnos

«Con la perspectiva que te dan los años, solo puedo tener palabras de agradecimiento y gratitud hacia el «IES Peñalba». Y es que, la que fue nuestra segunda casa durante los años más críticos para nuestra formación psicológica y personal, nos dio una educación curricular y en valores muy por encima de las expectativas de cualquiera.

Valores como el respeto, la responsabilidad o el compromiso, se promovían de manera tajante en el Instituto, y eso dice mucho del profesorado, que luchaba constantemente por trabajar en su divulgación.

Recuerdo el equipo de profesores, como un equipo muy comprometido, que buscaba ese 14 en selectividad (jaja), pero a la vez muy familiar, dispuesto y sobre todo, accesible para cualquier tipo de duda fuera de la índole que fuera, y eso también se debía en gran parte, a la estabilidad del equipo, ya que apenas existía rotación.
En cuanto a excursiones y actividades se hacía mucho de todo, pero recuerdo con gran cariño un viaje a Londres, que curiosamente, se alargó porque había una nube de cenizas volcánicas, lo que nos permitió estar unos días más.

En definitiva, si le preguntas a cualquier persona de nuestra generación por su experiencia en el Peñalba, la gran mayoría esbozará una sonrisa y la recordará con nostalgia, pero con emociones muy positivas.»

«En 2008, llegué al instituto con la mochila llena de libros y nervios. Inaugurábamos la primera promoción bilingüe, lo que significaba que teníamos que sobrevivir a la adolescencia en otro idioma. ¡Menuda aventura! Lo que parecía un reto imposible resultó ser una excelente decisión. Aprender inglés no solo me abrió puertas, sino que me mostró que este idioma no era solo para cantantes de rock y películas, sino también esencial en mi día a día como desarrolladora.

Los exámenes… ¡Ay, los exámenes! Fueron duros, pero necesarios, especialmente los de inglés, que nos prepararon a fondo. Aunque no todo era estudiar. Las excursiones eran la pausa perfecta, con profesores que sacaban lo mejor de cada destino. Y mis compañeros, muchos de los cuales siguen siendo amigos, fueron la chispa que hicieron esos años inolvidables.

El IES Peñalba no es solo un instituto, ¡es la fábrica de sueños de nuestro pueblo!. Ahí descubrimos nuestro potencial y aprendimos a volar alto. Gracias a su dedicación, seguimos llevando el nombre de nuestro pueblo más lejos de lo que imaginábamos. Cada experiencia, con sus desafíos y momentos únicos, nos ha moldeado y llevado hasta donde estamos hoy. ¡Un abrazo enorme a todos y gracias por ser parte de este viaje increíble!.»

«Aunque me inicié tarde en el mundo de la música, gracias al apoyo y las facilidades que me brindaron mis profesores, pude compatibilizar mis últimos tres años preuniversitarios con el conservatorio profesional, a pesar de las complicaciones logísticas que ello implicaba.

Pertenezco a la generación que estrenó el actual edificio del centro y que vivió las diferentes fases por las que pasó en su primera década, siempre con el objetivo de mejorar y participando en las actividades que se proponían.

Sin duda, mi faceta como docente se fundamenta en los profesores que tuve en ese centro, a quienes recuerdo con gran cariño y de quienes tanto aprendí. De ellos no solo adquirí los contenidos necesarios para los exámenes, sino que también me transmitieron la vocación por la enseñanza y la paciencia.

Mis mejores deseos para todos aquellos que decidan estudiar en este centro. Aprovechad todo lo que os ofrece y perseguid vuestros sueños, porque aquí os van a apoyar en el camino.»

«Fui alumna del I.E.S Peñalba, desde 2005 a 2011. De estos años me gustaría destacar el trato cercano de los profesores y su apoyo sobre todo durante bachillerato. Gracias al alto nivel formativo del centro llegué a la universidad con una amplia preparación. Esto me permitió alcanzar la meta profesional que siempre había querido, ser enfermera especialista en obstetricia y ginecología (Matrona). Recuerdo con mucho cariño esos años que marcaron tanto mi formación académica como mi vida personal.»

«Como uno de los primeros estudiantes del Instituto Peñalba he de decir que mi paso por el centro fue indispensable para ser quien soy hoy y dedicarme a mi profesión. Guardo recuerdos geniales con mis compañeros y amigos y recuerdos de los buenos profesores que tuve a lo largo de seis años. Especial mención a Don Óscar, su meta era hacernos entender las matemáticas y a veces nos mandaba unas tareas infinitas de ejercicios pero cuando las acababas te dabas cuenta de la soltura que habías adquirido para resolver los problemas.
Hace 15 años que terminó mi paso por el IES PEÑALBA y, aunque hubo momentos difíciles, también hubo momentos de risa, alegría y experiencias que guardo con mucho cariño.»

«Terminé mis estudios en el IES Peñalba hace doce años y aún conservo bonitos recuerdos como si el tiempo no hubiera pasado. Tras los seis años que estuve allí, me decanté por estudiar Ingeniería de caminos, canales y puertos, y gracias a que tuve la suerte de encontrarme con maravillosos compañeros y profesores (me consta que muchos de ellos aún continúan en el centro), con una profesionalidad y humanidad increíbles, aquello fue posible. Qué bonitas y entretenidas me parecieron las matemáticas, la electrotecnia y la física, y con qué pedazo de nivel académico salimos aquel año.
Cuando visitaba o pasaba por delante del centro, sentía que era mi casa, porque allí crecí, recordaba el amor por la docencia de mis profesores, hasta tal punto que decidí dedicarme yo también a la docencia e intentar imitar, al menos un poquito, todo lo que hacían en su día a día.
¡Gracias por vuestra dedicación, cariño y esmero! Sois inspiradores.¡Gracias por tanto!.»

«Aún recuerdo mi primer día de instituto en el I.E.S. Peñalba con algo de miedo y respeto por esa nueva etapa. Con los días, ese miedo desapareció gracias a la ayuda de los profesores, con su trato tan personal y cercano hacia el alumnado; así como el ambiente familiar que se respiraba entre profesores y alumnos o incluso la gran variedad y calidad de las instalaciones que hacían que las clases fueran aprovechadas en todos los aspectos.
Ahora me doy cuenta de la gran cantidad de recursos que teníamos a nuestro alcance.
Recuerdo que las clases de mi asignatura favorita, la Educación Física, tenían una calidad enorme. Gracias a esto, nació mi vocación y la posterior motivación para tomar la decisión de estudiar el Grado de Ciencias del Deporte cuando cursaba bachillerato.»

«El instituto es el lugar en el que entras siendo un niño y sales siendo un joven, pues en el instituto creces, maduras y forjas las bases de tu personalidad. Como maestra, intento inculcar en mi alumnado la importancia que tiene este centro educativo.

De mi paso por el I.E.S. «Peñalba» recuerdo los trabajos que nos ponían en situaciones reales en un probable futuro: elaborar un folleto turístico en un idioma extranjero, crear una empresa o un anuncio publicitario, entre otros. También recuerdo a todo el equipo humano que formaba el instituto, desde el conserje que abría las puertas hasta ese profesor que te hacía los exámenes por la tarde.

Un abrazo a todos los que han formado parte de esta comunidad educativa, a los que la forman y a los que la formarán..»

«Los excelentes profesores del IES Peñalba fueron fundamentales en mi educación. Me brindaron una formación de altísimo nivel que no solo me preparó académicamente, sino que también ha sido clave en mi desarrollo profesional, algo por lo que siempre les estaré agradecido.

Recuerdo con especial aprecio el trato cercano y humano que recibí. Además, guardo un grato recuerdo de mis compañeros, con quienes compartí momentos únicos en un ambiente educativo estimulante.»

«Actualmente, estoy realizando el doctorado en matemáticas en la Universidad de Jaén y en parte se lo debo a mi formación en dicho instituto. Es una comodidad poder estudiar hasta Bachillerato en tu pueblo. En general, tengo muy buenos recuerdos de todos los profesores, exigentes y profesionales, ello se ve reflejado en los buenos resultados de selectividad. Destacar la atención personal del profesorado que te asesoran en tu futuro y la capacidad de transmitir pasión por la materia. Además, guardo muy buen recuerdo del viaje de fin de curso a Barcelona.

Y una mención especial a mis compañeros de clase por la buena relación que teníamos y seguimos manteniendo.»

«El IES Peñalba ha sido fundamental en mi desarrollo personal y académico. Sus profesores no solo me han impartido conocimientos que a día de hoy siguen siendo útiles, sino que me han preparado para enfrentar desafíos futuros y a escoger el camino que quería.

A día de hoy sé que vencer esa pereza de ir a clase y estudiar merece mucho la pena si al final tienes el futuro que quieres; siempre recordaré esta etapa de mi vida con mucho cariño.»

«El tiempo es relativo y sucede despacio en los años del instituto, cuando un día piensas que han pasado 14 años desde que terminó esa etapa, te parece lejano, breve, y en mi caso evoca añoranza y cariño. Tuve la suerte de coincidir con una promoción de alumnos y profesores que irradiaban cultura del esfuerzo, “si quieres, si luchas por ello, puedes”. Estos valores que iban más allá de las materias que tocaba impartir, me han acompañado durante muchos años cuando decidí estudiar Medicina, y por fortuna me ayudaron.

Recuerdo momentos muy divertidos e irrepetibles, como aquellas observaciones astronómicas que pudimos hacer por la noche. Nos reíamos menos con el análisis sintáctico de algunas oraciones imposibles que requerían un verdadero trabajo de investigación, pero tan necesarias para que luego en selectividad nos pareciera un paseo hacer ese ejercicio. En mi caso, también guardo el gran interés que despertó en mí la Filosofía, y que aún me acompaña a día de hoy en forma de lectura. En resumen, a los alumnos que ahora se encuentren en la etapa del instituto y tengan la suerte de pertenecer al IES Peñalba, dejaros llevar por la curiosidad, aprovechad cada día, porque pasa muy rápido y el billete es sólo de ida, ojalá dentro de unos años se os dibuje una sonrisa cuando recordéis estos días.»

«Lo primero que se me vino a la mente al conectar con “el instituto” fueron los inicios… Unos años antes de comenzar mi etapa aquí recuerdo pensar en “los mayores” y sentir el miedo y la incertidumbre a tener que salir del pueblo para poder cursar algunos cursos de la
ESO. En mi caso, tuve la suerte de ser una de las generaciones que inauguraron el nuevo edificio.
Un edificio grande, que cuando lo transitas por primera vez sorprende y, quien diga que no se ha perdido alguna vez, miente.
Perderse en esta etapa de la vida es fácil, pero la cosa es más sencilla cuando tienes a
personas referentes que te ayudan a seguir y encontrar el camino. No solo vale con estar, sino también con acompañar y guiar. Y eso lo pude hallar allí…
Ese acompañamiento y esa guía la encontré en mis referentes dentro (y fuera obviamente) del instituto. Muchos de esos referentes aun siguen dando clase allí… Otros llegan nuevos, pero no sin ganas e ilusión.
He vuelto muchas veces a visitar el mismo sitio donde tanto tiempo pasé. Todas esas veces conecté con la personalidad, el carisma, la cercanía y las oportunidades que aporta el instituto, sintiéndome como en casa. Porque no solo es el lugar, sino quien trabaja para mantener su esencia.
Es mucho lo vivido, mucho lo aprendido… De todo ese aprendizaje me quedo con la visión de futuro, la motivación, el saber estar, la lucha constante y necesaria para poder labrarse un futuro y buscar, sin cansancio, la felicidad de cada uno de nosotros.»